18 julio 2012

Ataque del enemigo a la juventud: suicidios en Salta


¡ÚNETE A NOSOTRAS EN ESTA NUEVA BATALLA!

Debemos cumplir la orden dada por Cristo:
atar al hombre fuerte armado (Mt. 12:29) 
de esta región (Mc. 5:10: La Legión le rogó al Señor que no le echara de "esa región")
Porque nos declaramos en todas las batallas MÁS QUE VENCEDORAS EN EL SANTO NOMBRE DE JESÚS, atamos y echamos fuera de la región de Salta a todo espíritu inmundo que incita al suicidio en esta provincia.

 La muerte de las dos adolescentes salteñas, quienes aparentemente se habrían suicidado, vuelve a poner de manifiesto el tema del suicidio en nuestra provincia de Salta.

Se cree que todo comenzó con un joven que por medio de un mensaje de texto envió la frase: "Satanás ya entró, hoy te tenés que matar, pero yo te voy a decir cuando".

Mediante charlas, pudieron descubrir que se trata de un juego que tiene tres etapas. Primero hay que cortarse, luego marcarse las iniciales del nombre con una hojita de afeitar y después, los seis nudos fatales, explica la fuente de la investigación, en referencia a la técnica de ahorcamiento.

Según un estudio realizado por la ONG Asociación para Políticas Públicas, sobre la base de las estadísticas publicadas por el Ministerio de Salud de la Nación, entre 1997 y 2008, en la Argentina se incrementó 102% la cantidad de suicidios entre jóvenes de 15 a 19 años, pero en Salta esa cifra trepó a 328%.

Esta ola de suicidios se ha esparcido por toda la provincia de Salta.


                               Hagamos historia...

Pero debemos hacer un poco de historia. Conocer porqué ocurren estas cosas. 

Los habitantes de los pueblos originarios prehispánicos que habitaron las tierras de lo que  hoy es Salta, derramaron sangre de niños y jóvenes en rituales y cultos, en honor a los dioses que veneraban. De esta manera, ellos invitaron a esas divinidades, quienes no eran otra cosa que ángeles caídos, los que habiendo recibido sangre derramada de niños inocentes en su honor, hoy reclaman seguir recibiéndola a través del suicidio juvenil.

Los sacrificios Incas de niños en las alturas de los Andes
Entregados voluntariamente o quitados a sus familias, los niños encontrados en las cimas de varias montañas de los Andes, a más de 6000 metros de altura, fueron sacrificados a los dioses de las montañas, controladores del clima y la vida o muerte de los habitantes, según las creencias incas. La gente del imperio inca enviaba niños a los gobernantes para ser honrados y recompensados con puestos administrativos o bienes; los sacrificios eran ceremonias de unificación.

Se trata de los sitios arqueológicos más altos del mundo, como el de Llullaillaco, a 6740 m, al norte de los Andes chileno-argentinos. Lamentablemente varias tumbas han sido saqueadas en busca de oro y reliquias valiosas. Sin embargo, una de las tumbas del cerro Llullaillaco, la de mayor altura y más difícil acceso fue hallada intacta por arqueólogos; la encontraron bajo una especie de plataforma de piedra, a dos metros de profundidad. Yacía congelado un niño de unos ocho años, amarradas sus rodillas en posición fetal, junto a una honda y dos pares de sandalias, que según era creído por los incas lo ayudarían en su viaje por el más allá. Estaba vestido a la manera noble, con zapatos de piel blanca y brazalete de plata. Junto al niño encontraron dos niñas y veinte estatuas vestidas, todo intacto por siglos, y tan bien conservadas que según médicos especializados parecía que hubiere transcurrido a penas unos pocos años.


En la antigua cultura inca, los niños eran considerados más puros que los adultos, y por lo tanto más idóneos para el sacrificio, que no era considerado como un castigo sino todo lo contrario, como un honor para las personas sacrificadas, puesto que después del sacrificio eran reverenciadas por mucho tiempo, casi como si fueran dioses. Los relatos de la conquista mencionan los nombres los de los niños, y describen también las largas peregrinaciones de meses quizás llegando desde Cuzco hasta Llullaillaco (1300 Kms!). La forma de morir de los niños podía ser un golpe en la cabeza, una bebida mortal, o simplemente de frío. Por la expresión calmada de los niños de Llullaillaco, se cree que murieron por la combinación de alcohol y la falta de oxígeno en las alturas. Se encontró sangre congelada al interior de las momias, por lo que se abrió una línea de investigación muy interesante para analizar los anticuerpos y conocer qué enfermedades padecieron los niños incas, y de paso conocer un poco más cómo han evolucionado las enfermedades con el paso el tiempo.

Silvia Cristina Añon - Fundadora del Grupo Intercesor "LAS GUERRERAS DE JESÚS"

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