Usa a cualquier persona para enseñarnos aquello en lo que debemos cambiar...
Como mujer tengo que, entre tantas cosas que mejorar para la gloria de Dios...controlar mis emociones frente a situaciones que no me agradan; lo que provoca lógicamente, momentos incómodos en el hogar...
Hace unos días el Señor me dio la Palabra:
"Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente;
no temas ni demayes,
porque Jehová tu Dios estará contigo
en dondequiera que vayas."
Josué 1:9
Pero hoy en el trabajo...para mi sorpresa... conversando con una hermana en Cristo sobre la vida matrimonial, ella me entregó una artículo.
Al leerlo, grande fue mi sorpresa!...
Comprendí "Mira que te mando que te esfuerces..."
¿Cuántas veces nos cuesta darnos cuenta que con nuestras malas actitudes somos nosotras mismas las que provocamos situaciones conflictivas en el hogar?
ES TAN DIFÍCIL ACEPTARLO ... Y CAMBIARLO...Mira que te mando que te esfuerces...
No sólo basta con que reconozcamos nuestro error, sino cambiar nuestros pensamientos y sentimientos...
...y eso...CUESTA...
...se necesita de poner VOLUNTAD Y ESFUERZO... ("...y que seas valiente...")
Comparto con ustedes el artículo, escrito por Vasthi R. Acosta (maestra y asistente del superintendente de la escuela dominical de su iglesia en Nueva York. Además predica en conferencias y retiros. Vasthi es la esposa de un juez en la Suprema Corte de Justicia de Nueva York y tiene dos hijos)
Confesiones de una mujer contenciosa
Iba en el carro con mi esposo en camino a encontrarnos con nuestra familia para almorzar con ellos. Mi esposo optó por cierta ruta al restaurante que, en mi opinión, nos tomaría más tiempo en llegar a nuestro destino. Estábamos apurados, porque después del almuerzo teníamos que reunirnos con unos amigos. Yo iba sentada en el carro echando chispas. 'Después de haber andado por esa área por más de veinte años, ¿por qué insiste en tomar la misma ruta? ¿Acaso soy yo la única que piensa en esta casa?' No tardé mucho en enfrascarme en mí misma para alimentar una actitud de enojo por algo tan absurdo como la ruta para llegar a un restaurante.
Mientras tanto, mi esposo y mis hijos sabían que 'mami' estaba de humor de aquellos...Ni siquiera tenían idea de si ellos habían provocado mi actitud; solo sabían que necesitaban ser muy cuidadosos al respecto. Me acababa de convertir en 'una fastidiosa gotera', y mi familia estaba viviendo arrinconada en el patio.
"Mejor es vivir en un rincón del patio
que con una mujer rencillosa en casa espaciosa."
Proverbios 21:9
"Mejor es morar en tierra desierta
que con la mujer rencillosa e iracunda."
Proverbios 21:19
"Dolor para su padre es el hijo necio,
y gotera continua las contiendas de la esposa."
Proverbios 19:13
Meditar en estas palabras me ofrecía una clara imagen de quién era yo. Presté atención a esos versículos y se agolparon en mi memoria escenas en el trabajo o en la casa en las que alguien alrededor de mí había susurrado: "Ella está de un humor...", y podía sentir que los demás hubieran preferido estar en cualquier otro lugar menos a mi lado. Mi familia y amigos frecuentemente caminaban de puntillas alrededor mío, siempre con temor de decir o a hacer algo que despertara mi mal genio.
El veredicto: Culpable. Era una mujer rencillosa y de temperamento débil. Incluso yo misma odiaba estar conmigo. Clamé, entonces: "Señor, ¿por qué soy así? Ayúdame. Cámbiame."
Dios me mostró tres problemas de mi persona con los cuales debía trabajar: ORGULLO, INSATISFACCIÓN Y BÚSQUEDA DE PLACER.
Orgullo
Proverbios 21:4 señala "Altivez de ojos, orgullo de corazón, y pensamiento de impíos, son pecado."
El orgullo vagaba por mi corazón con toda libertad y sin control alguno. Yo quería controlarlo todo. Pensé que yo sabía bien cual era la ruta que deberíamos tomar. Y mi afán por tener todo bajo control me llevó a creer que mi razonamiento siempre era más acertado que el de mi esposo. Este es un error muy común entre esposas, aun cuando nuestros esposos han mostrado ser hombres responsables, reflexivos ¿Por qué otra razón nos habríamos casado con ellos? Y aún así decidimos pensar que nosotras lo sabemos todo.
Insatisfacción
La insatisfacción es una actitud de la que debemos cuidarnos. Irrumpe en nuestros pensamientos sin previo aviso. Yo estaba descontenta con la ruta que él había elegido para llegar al restaurante. ¿Qué tan ridícula resulta esa actitud? Aun así, fue tan poderosa que arruinó la cita familiar que teníamos para comer.
Una mujer rencillosa que se refugia en el enojo nunca queda satisfecha. Quiere que su esposo le traiga flores. Un día él se las trae y ... 'Oh, pero no son rosas rojas'. Nunca es suficiente. Siempre se le antoja algo más.
Pero la verdad es que "todo el día codicia, mientras el justo da y nada retiene" (Proverbios 21:26). ¿Por qué no dejamos de pensar en lo que podemos recibir en vez de enfocarnos en lo que podemos dar?
La búsqueda de placer
Proverbios 21:17 advierte: "El que ama los placeres empobrece. Y el que ama el vino y los perfumes no enriquece." Me encanta sentir placer. ¿A quién no? ¿Es esa la meta de tu vida? ¿Estás constantemente planeando y pensando en tus próximas vacaciones? ¿El placer es tu enfoque? Y si no te dan lo que corazón quiere, ¡que el mundo se cuide!
No pudiste ver tu programa favorito de tele o no pudiste ir al gimnasio o tomar tu almuerzo. De inmediato asomas tu cara enojada y ya nadie puede soportar estar cerca de ti. ¡El mundo tiene la culpa!
Esta búsqueda de placer puede llevarnos a que nos convirtamos en lo que la Biblia llama un vago (Proverbios 21:25). Nos volveremos perezosas. No queremos limpiar, cocinar, enseñar, estudiar o asistir a la iglesia. Ansiamos solamente placer y convertirnos en perezosos con nuestras responsabilidades. Todos tenemos tareas que cumplir, que Dios nos ha dado en su perfecta sabiduría. Con un corazón abierto y agradecido debemos realizar el trabajo que él confía a diario en nuestras manos.
¿Qué es lo que debo hacer para librarme de esta mujer rencillosa?
Ya que me había dado cuenta de que era una mujer rencillosa y estos tres problemas estaban acabando con mi vida, decidí cambiar y convertirme en una mujer que complace a Dios. El Espíritu Santo me ayudó a enfocarme en la humildad, el contentamiento, y la confianza.
Humildad
"El orgullo acaba en fracaso, la honra comienza con la humildad" afirma Proverbios 18:12. "Riquezas, honra y vida, son la remuneración de la humildad y del respeto a Dios." (Proverbios 22:4)
Me cuesta ser humildad. Es muy fácil creer que somos algo más de lo que en verdad somos. ¿Cómo podemos perseverar en ser humildes? Me di cuenta de que para ello me ayudaría elaborar una lista de lo que Dios me ha dado. Cuando veo la magnitud de los regalos que Dios me ha dado, me siento humilde. Puedes escribir una lista así sobre las personas que son clave en tu vida. Cuando veo las bendiciones que esta gente trae a mi persona, mi actitud cambia en un instante.
Contentamiento
Interpreto la satisfacción como conformarnos con lo que Dios nos ha dado. Nadie sabe cuál será su futuro. Por eso debemos dejar que Dios dirija nuestra vida (Proverbios 20:24). Si crees en su Palabra, ¿por qué tanto escándalo? Es tiempo de probar la Palabra de Dios. Deja de alarmarte y desear más, y empieza a darte cuenta de lo que sí tienes.
Quédate quieta y date cuenta de que tu vida está en las manos de Dios, y regocíjate. Regocíjate en lo que Él te ha dado. Regocíjate por el lugar en el que estás. Regocíjate si cuentas con una familia que te ama -a pesar de que los tienes viviendo arrinconados en el patio. Regocíjate si tienes vida. Regocíjate en el Dios maravilloso al que sirves. Regocíjate en la tarea que te ha dado -es un privilegio.
¿Eres una mujer rencillosa?
¿Estás contenta?, ¿o quejumbrosa?
¿Te sientes gozosa?, ¿o miserable?
¿Estás confiando?, ¿o jugándotela sola?
¿Estás dando?, ¿o ansiando más?
¿Estás encargándote de cumplir tus responsabilidades ante Dios?, ¿o estás buscando tu propio placer?
Decide hoy qué clase de mujer quiere Dios que tú seas. Entonces da los pasos necesarios para convertirte en una mujer que complace a Dios. medita y piensa en estos versículos:
"Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Su valor excede mucho a las piedras preciosas. El corazón de su esposo está en ella confiado,
y nada valioso le falta. Ella le da bien y no mal, todos los días de su vida...Se viste de fuerza y dignidad, y sonríe ante el día de mañana. Abre su boca con sabiduría, y su lengua enseña con bondad."
Proverbios 31:10-12, 25-26.
Confía
Deposita toda tu confianza en Dios, y no en tu propia inteligencia. Date cuenta hasta dónde me dejé llevar por mis pensamientos. No te fíes de tus sentimientos, opiniones, o derechos. Confía en Dios y en su Palabra. Aun, este sufrimiento que ha entrado a tu vida, Dios lo ha dispuesto. Acéptalo y avanza apoyada en su fortaleza.
¿Qué tan alentador resulta eso? ¡Qué fundamento tan sólido en el cual se puede permanecer! Confiar en Dios te llevará a obedecer su Palabra. La obediencia a su Palabra te ayudará a ser humilde y a encontrar satisfacción. La mujer rencillosa se habrá esfumado.
La siguiente vez que mi esposo tomó el camino largo a algún lugar, respiré profundo y disfruté el precioso panorama que el camino nos ofrecía -¡un panorama que jamás había notado! Elegí no estar tratando de controlar cada detallito y acepté la libertad de no tomar cada decisión. ¡Qué notable diferencia!
¿Qué te pareció?
A mí... Impresionante...
"Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente;
no temas ni demayes,
porque Jehová tu Dios estará contigo
en dondequiera que vayas."
Es nuestra elección cambiar y apoyarnos en nuestro Padre.
Espero que te haya sido de bendición, al igual que lo fue para mi.
Silvia Cristina Añón - Fundadora de LAS GUERRERAS DE JESÚS. Grupo Intercesor del Ministerio Evangelístico: "Asociación Evangelística DIOS HABLA HOY"