27 octubre 2012

PELEA SÓLO LAS BATALLAS QUE TENGAN UN BOTÍN

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Cuando hablamos de peleas, nuestra memoria nos puede llevar a momentos no gratos, que realmente no querríamos recordar ¿verdad? Por eso mi intención es que juntos reflexionemos, si vale la pena pelear, ¿por qué cosas pelear? y ¿qué vamos a lograr con eso? Es importante que nos preguntemos, que pensemos antes de enfrentarnos a situaciones que nos pueden llevar a hacer cosas que no nos van a servir para nada, porque las encaramos mal, porque hay algo que tenemos que aprender:


CON DIRECCIÓN SABIA SE HACE LA GUERRA

Hay peleas que no las buscamos, vienen solitas
“Entonces vino Amalec y peleó contra Israel en Refidim”

En Refidim el pueblo de Israel se queja y allí atacó Amalec; las quejas atraen  lo malo, antes de que apareciera Amalec, el pueblo había dicho: “¿está, pues Dios con nosotros, o no? ¿Te suenan familiar esas palabras? ¡Cuántas veces nosotros también dijimos lo mismo! Amalec representa los golpes imprevistos, cuando estás yendo hacia un sueño maravilloso y de pronto aparece la contienda.

No había motivo para atacarlos porque no había botín, el diablo nos suelta esos golpes para destruirnos.

¿Qué hacer en los momentos difíciles? Moisés le pide a Josué que elija a los mejores soldados para pelear, él mientras se iría a levantar los brazos para adorar mientras Josué peleaba. Siempre busca gente que levante los brazos por ti, gente de fe, mientras tú te enfrentas al conflicto. Dios siempre te va a dar un plan cuando Amalec te ataque.
Moisés representa el esfuerzo espiritual: estudiar la palabra, congregarse, activar en la obra de Dios y Josué representa la inteligencia; el esfuerzo terrenal. Para ganar las batallas necesitas las dos cosas.

Porque tú puedes ser muy espiritual, pero si materialmente estás escaso, no puedes vencer ninguna batalla, porque las batallas las ganan los que están “bien armados”. O al revés puedes estar muy fuerte materialmente y no tener conexión con Dios, tampoco así podrás vencer, porque necesitas el auxilio que viene de lo alto para poder ganar.

Fíjate en el ejemplo de José, él logró estar bien parado en ambos mundos, el material y el espiritual y fue el segundo después de Faraón. Llegó a un nivel terrenal y espiritual extraordinarios.

Sé un levantador de brazos

Hubo dos hombres que fueron protagonistas fundamentales en esa pelea, ellos lo único que hacían era levantar los brazos de Moisés. Sus nombres eran Aarón y Hur, ambos estaban en la cima de la montaña con Moisés. Ellos podían contemplar desde lo alto el resultado de la batalla. Moisés representaba la Presencia de Dios entre el pueblo, por eso se veía desde arriba; entonces los hombres que estaban abajo peleando, cuando lo veían a Moisés con los brazos en alto, era como si verían a Dios que estaba de su lado.

Nosotros nos preguntamos ¿quién nos va a ayudar? ¡Nuestra fuente es Dios! Cuando levantemos las manos que se entere todo el mundo; que vean que Dios es quien nos da el trabajo, la salud, la inteligencia. Hasta los demonios  observarán que ¡Dios es la fuente de nuestra victoria!

Pelea para romper tu limitación

A Dios le encanta la gente que pelea para romper su limitación. Jacob peleó contra un ángel, quien le cambió su nombre, le dijo desde ahora en adelante ya no te llamarás más “tramposo” (eso significa Jacob) te llamarás “príncipe”. Tú no eres lo que la gente piensa de ti, tú eres lo que Dios dice que eres. Si peleas por tu libertad espiritual, financiera, y mental Dios te premiará. Jacob había prosperado mucho económicamente, pero necesitaba un cambio y Dios se lo concedió, al ver su disposición de luchar por su bendición.

¿Quién ganó la pelea? Jacob no ganó, pero peleó, Dios no premia al que gana, Dios premia al que pelea.


“Dios va a ungir tus manos para la batalla y tus dedos para la guerra”

Allí dice “ungir” eso habla de la capacidad sobrenatural que Dios te dará para que pelees y que ganes, recuerda que CON DIOS SIEMPRE GANAMOS, PORQUE ÉL NUNCA PERDIÓ NINGUNA BATALLA.

Antiguamente durante las grandes peleas; cuando el ejército perdía, el entrenador decía:

“Perdiste la batalla pero no la guerra, seguí adelante”
Cuando el ejército ganaba el entrenador decía:
“Ganaste la batalla pero no la guerra, seguí adelante”
Siempre el Espíritu Santo te va a motivar. Tienes que seguir, tiene que ser el Espíritu Santo quien te empuja, no la gente.
Porque las batallas, las peleas, a veces vienen sin que las busques, pero es el Espíritu Santo quien toma la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios y la pone en acción, siempre vas a vencer con las armas del Espíritu.
Por eso necesitas conocer la palabra, amarla, profundizarla, meterte con ella y entonces podrás decir:
“yo me regocijo en tu promesa como el que halla un gran botín” Porque es ella, la que te instruye y te da todas las estrategias que necesitas, para darle un sentido verdadero a la lucha con la que te enfrentas cada día, y te añade el regocijo de haber vencido legítimamente.

Por Silvia Truffa

25 octubre 2012

La VERDADERA misión del cristiano




“Vi también a los muertos, grandes y pequeños, 
de pie delante del trono. 
Se abrieron unos libros, 
y luego otro, que es el Libro de la Vida. 
Los muertos fueron juzgados según lo que habían hecho, 
conforme a lo que estaba escrito en los libros. 
El mar devolvió sus muertos; la muerte y el infierno devolvieron los suyos; 
y cada uno fue juzgado según lo que había hecho.” 
Ap. 20:12-13

Qué Palabra poderosa!!! Cuánto por hacer para los que ya conocemos a Cristo! 
Más rodillas, adoración, alabanza para cumplir con el propósito divino!
Mantener al diablo a raya, recordándole que fue vencido en la Cruz!

La verdadera misión que nos encomendó:

“Porque así nos ha mandado el Señor: `
Te he puesto por luz de los gentiles, para que seas de salvación 
hasta lo último de la tierra`” 
Hch.13:47

Hemos recibido no solamente la envestidura y la autoridad, sino también las armas espirituales para derribar todo argumento y fortaleza para el establecimiento del Reino de Dios en la tierra.
No caigamos en el error de quedarnos únicamente en la oración, porque tenemos el poder de Áquel que levanto a los vivos a los muertos para comprometernos a actuar, a obrar y a esforzarnos. Dios nos muestra los ámbitos y lugares donde Él quiere manifestarse, y nosotros debemos ir con toda la autoridad y gobierno a esos lugares para establecer el dominio del Reino.
¿A qué estamos jugando los cristianos sabiendo que miles, millones si no se halla su nombre escrito en el Libro de la Vida serán lanzados al Lago de Fuego (Ap. 20:15)?


ABRA LOS OJOS HERMANO!!! 
NO SE DEJE ENGAÑAR 
Y CUMPLA CON LA MISIÓN 
QUE EL PADRE LE ENCOMENDÓ!!!!
Clamemos para que nos dé de fortaleza para no caer en tentación y mantener nuestro corazón limpio; pidamos misericordia para todos los que aún no han sido iluminados por la Luz de la Palabra.

Dios los bendiga!

Silvia Cristina Añón – Fundadora del Grupo Intercesor: LAS GUERRERAS DE JESÚS

22 octubre 2012

Aborto se convirtió en "virus" social dice ex directora de clínica abortista

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TEXAS, Estados Unidos (ACI/Europa Press / Mundo Cristiano) La ex directora de una clínica especializada en abortos en Texas (EEUU) y autora del libro "Sin Planificar" (Ediciones Palabra), Abby Johnson, advirtió que el aborto se ha convertido en un "virus" que se ha infiltrado en la sociedad y ha animado a los que financian o trabajan en centros que practican abortos provocados a darse cuenta de la "humanidad" del niño "destruido".
Johnson, que se sometió en su vida a dos abortos y que trabajó durante años en una clínica que los realizaba, recuerda en la obra el momento en que supo que no debía seguir con su empleo.

La autora cuenta que un día la necesitaron para practicar un aborto con ecografía y que, mientras sujetaba la sonda y veía el perfil del feto de 13 semanas, deseó no estar allí.

"No podía imaginar hasta qué punto esos diez minutos sacudirían la base sobre la que se asentaban mis valores y terminarían cambiando mi vida", asegura en el libro. Así, relata cómo el médico introdujo la cánula y cuando la sintió el feto, éste empezó a dar patadas. Después, según afirma, conectó el modo succión y vio "un cuerpo minúsculo retorcerse violentamente".

Johnson espera que sus recuerdos remuevan la conciencia de quienes aún siguen trabajando, aunque advierte de que esos empleados "no son el enemigo" pues, a su juicio, son "buenas personas que han sido mal informadas" y que, en realidad, buscan lo mismo que los contrarios al aborto, es decir, ayudar a la mujer, solo que no del "mejor" modo.

"Los trabajadores y voluntarios de ambas partes tienen como objetivo ayudar a la mujer y a su familia y ofrecerle la mejor atención", ha asegurado, al tiempo que ha concretado que la diferencia estriba en que "los que apoyan el aborto la ayudan en el preciso momento de la crisis mientras que los pro-vida lo hacen a largo plazo, mirando lo que es mejor para la mujer".

DOLOR DE POR VIDA

Además, explicó que, normalmente, el aborto deja a la mujer con secuelas de "dolor, culpa y sobrecarga emocional" que, en muchos casos, pueden durar "de por vida". Asimismo, ha señalado que "no sólo daña a la mujer sino a toda la familia y personas cercanas provocando un "efecto dominó".

Según indicó, antes ella misma era defensora del lema "mi cuerpo, mi elección", pero afirma que ahora se da cuenta del efecto que sus dos abortos tuvieron en su familia y lamenta que sus padres podrían ser abuelos de otros dos nietos si ella no hubiera elegido abortar.

El libro se presentará en la Universidad CEU San Pablo de Madrid el próximo 20 de diciembre a las 7:30 p.m. En el acto participarán el director de informativos de ABC Punto Radio, Ángel Expósito, la directora general de la Fundación Red Madre, Carmina García-Valdés, y la escritora María Vallejo-Nágera.

En España se han hecho públicas este martes las cifras de los abortos realizados durante el año 2010. En total, se han registrado 113.031 abortos, una cifra que supone un 1,3 por ciento más que en el 2009, cuando abortaron 111.482 mujeres, según ha informado el Ministerio de Sanidad. En cifras absolutas, el aumento ha sido de 1.550 abortos.

Por Diario Berea – Noticia publicada a fines de 2011

Pon tu esperanza en Mí

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Confía en mí en todos tus caminos, porque tu esperanza está solamente en mí. Dame tu amor, porque yo guardaré a los fieles. Sé valiente y fortalece tu corazón. Mis ojos están sobre quienes me temen y esperan en mi misericordia. Yo libraré tu alma de la muerte y te mantendré vivo en la angustia. Espera en mí, porque yo soy tu ayuda y tu escudo. 

Regocíjate en mí y confía en mi nombre, porque yo recompensaré tu esperanza. Espera en mí como quienes esperan la mañana, porque en mí encontrarás misericordia y abundante redención para todas tus iniquidades. Regocíjate en la esperanza de mi gloria, sabiendo que la tribulación produce perseverancia, y la perseverancia carácter, y el carácter esperanza. La esperanza no te defraudará, porque yo he derramado en tu corazón el Espíritu Santo.

Ustedes, los que aman a Dios,¡demuéstrenle su amor!
Nuestro Dios protege a los que merecen su confianza, pero a los orgullososles da su merecido.

Todos ustedes,los que confían en Dios,¡anímense y sean valientes!
Salmos 31:23-24

Pero tú cuidas siempre de quienes te respetan y confían en tu amor.
En tiempos de escasez, no los dejas morir de hambre.
Tú nos das tu ayuda, nos proteges como escudo.
Por eso confiamos en ti. Nuestro corazón se alegra porque en ti confiamos.
Dios nuestro, ¡que nunca nos falte tu amor,pues eso esperamos de ti!
Salmos 33:18-22

Yo espero al Señor más que los centinelas a la mañana.
Así como los centinelas esperan a la mañana, espera tú, Israel, al Señor, pues en él hay amor y completa libertad.
¡Él librará a Israel de toda su maldad!
Salmos 130:6-8

Oración:
Bendíceme, Señor. Confío en ti, y mi esperanza está en ti. Seré ferviente en espíritu mientras te sirvo solamente a ti. Me regocijaré en la esperanza, seré paciente en la tribulación y me mantendré firme en oración. Que tu esperanza me llene de todo gozo y paz en el creer, para que pueda abundar en esperanza por el poder del Espíritu Santo.

Por John Eckhardt

La oración que agrada a Dios

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Dado que la oración es una práctica común de los creyentes, es fácil con el tiempo caer en hábitos que dan como resultado una vida de oración apática y vacía. En vez de tener una conversación dinámica con peticiones bien pensadas, y un oído activo a la respuesta de Dios, nuestras oraciones pueden parecerse más a una lista de compras. La comunicación con el Señor es una parte muy vital de la vida cristiana, y por eso necesitamos examinar lo que estamos haciendo.

Comience por hacerse las siguientes preguntas:

¿Qué tan efectivas son mis oraciones?
¿Está Dios respondiendo mis oraciones, o parece que éstas nunca pasan del techo?

¿Por quiénes estoy orando? ¿Son la mayoría de mis peticiones por mí mismo, o por los demás?

¿Qué le pido al Señor que haga? ¿He mirado su Palabra para ver lo que Él quiere, o estoy tratando de que intervenga de acuerdo con mis planes y mis deseos?

¿Cuándo oro? ¿Solamente en situaciones de emergencia o cuando necesito algo?

Si descubrió algún egoísmo en sus oraciones, no es el único. Muchos tenemos problemas para entrar a la presencia de Dios con nuestros ojos centrados en Él. La única manera para orar con impacto, es llenar nuestra mente con la Palabra, para saber así qué quiere hacer el Señor.

Su vida de oración puede llegar a ser efectiva y dinámica, si se acerca a Dios con un corazón limpio (Sal 66.18), alinea sus peticiones con su voluntad, y cree que Él hará lo que dice (Mr 11.24). Entonces podrá orar con absoluta confianza, sabiendo que Él escuchará y responderá sus peticiones.

Por Charles Stanley

En cárcel pero LIBRE (testimonio conmovedor)

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Quiero compartir con usted un relato que me ha contado esta semana un amigo mío, llamado Jay Kessler, presidente de Juventud para Cristo Internacional. Me dijo:
"No he visto nunca un ejemplo más claro del milagro del poder de la resurrección de Dios que el que se produjo en la vida de Lonnie Chapman. Cuando Lonnie no era más que un niño robó en la tienda de comestibles porque sus padres se negaron a darle de comer.Le pegaron una paliza, le encerraron, y su padre, que era un alcohólico, le maldijo. A la edad de doce años fue testigo de cómo su padre violaba a su hermana de diez años y en una ocasión su padre intentó matarle con una viga de madera. En otra ocasión su padre le rompió los dedos con un ladrillo, pero Lonnie sobrevivió. Abandonó los estudios, viajó por muchos lugares y acabó en California, donde formó equipo con un amigo que se llama Galen, que le ayudó a convertirse en un ladrón y un asesino. Después de haber robado en una docena de gasolineras, Galen, Lonnie y otro hombre robaron en una gasolinera de California. Secuestraron al que trabajaba en la gasolinera para que no llamase a la policía, le llevaron en el coche al campo y le ataron con un cordón eléctrico. En ese momento, según cuenta Lonnie, no quería hacerlo. Disparó el rifle al suelo, junto a los pies de la víctima. Galen le gritó: "¡no le has matado, no le has matado! Temblando y temiendo por su propia vida, Lonnie se acercó a donde estaba la víctima impotente y le disparó. Le pegó un tiro con el rifle en la cara y otro en la parte baja de la espalda y acabó con su vida. Lonnie se encuentra actualmente en la cárcel, cumpliendo cadena perpetua por asesinato en primer grado. No quiero decir que la tragedia de Lonnie sucedió solo porque le influenció Galen, pero la influencia está ahí.

Más adelante y estando ya en la cárcel, Lonnie conoció a otra clase de amigo, a Rod Burke, que forma parte del personal de Juventud para Cristo, que le habló a través de una retransmisión radiofónica. Lonnie le escribió a Rod y este fue rápidamente en su coche a visitarle, llevando bajo el brazo un Nuevo Testamento para regalárselo a Lonnie. Jóvenes adolescentes y cristianos comenzaron apoyar con sus fervientes oraciones las visitas de Rod y Lonnie se leyó aquel Nuevo Testamento de la primera a la última página. En la actualidad, en el informe de libertad condicional de Lonnie, se encuentra esta curiosa y cuidadosamente escrita frase:

A juzgar por las conversaciones mantenidas con el acusado, y cartas procedentes de varios lugares, parece ser que, efectivamente, el acusado ha pasado por una experiencia de conversión cristiana. ¡No se queda corta la frase ni nada! Incluso en la celda de la cárcel es posible ver la transformación que se ha producido en la vida de este joven. Tiene paz interior, ha recibido el perdón y no siente la más mínima amargura. Sabe que es posible que pase el resto de su vida en la cárcel, pero a pesar de ello ha encontrado significado y propósito a su vida. Da testimonio al resto de sus compañeros de la cárcel y les ha regalado Nuevos Testamentos a todos ellos. Escribe cartas a personas a las que cree que puede ayudar. Si le pregunta usted le contará que ha nacido de nuevo y que tiene una esperanza viva, gracias a la resurrección de Jesucristo y con eso basta. Es todo lo que necesita, incluso estando en la celda de una cárcel.

Estoy seguro de que podríamos encontrar un testimonio paralelo, posiblemente una docena de ellos. Y esta es su promesa. El dijo: "He aquí yo estoy a la puerta (del corazón) y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo. Esa es su promesa y él hace lo que ha dicho que hará. Millones de personas están descubriendo actualmente este gran hecho: que él puede cambiar una vida y que, a pesar de las circunstancias, aunque sean sombrías y desesperadas, puede llenar el corazón de gozo, de paz y de gloria, haciendo de nosotros personas nuevas.

Esto va dirigido a ustedes, para que puedan hallar la paz, el gozo, el perdón y la esperanza de un Jesucristo vivo, que vivirá en su vida y en su corazón y puede darle a usted vida. Le invitamos, al concluir en oración, a que diga usted en su corazón: "Señor Jesús, entra en mi vida. Ábrale la puerta y dígale: "entra, lléname y tómame. Puede que haya sido usted una persona religiosa, puede que se haya criado en un hogar cristiano, pero que no haya encontrado todavía al Señor vivo. Su presencia es lo que hace la diferencia entre la muerte y la vida, las tinieblas y la luz.

Por Mensajes Alentadores.


Oración

Señor Jesús, te damos gracias porque eres, verdaderamente, lo que prometiste ser, un Señor vivo, un Dios omnipotente, fuerte, poderoso, compasivo, tierno, misericordioso, lleno de gracia y perdurable y porque puedes entrar en nuestras vidas y puedes empezar a coger todos los hilos de nuestra desesperación, y puedes tejer nuestras vidas y recomponerlas con tu amor sacándonos de las tinieblas a la luz, de la desesperación a la esperanza, de la muerte a la resurrección. Te pedimos que muchos, en estos momentos, en el silencio de sus corazones, te pidan en oración que hagas en sus vidas lo que prometiste hacer, para que también esas personas puedan nacer de nuevo a una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos. Te damos gracias en tu nombre, amén.

Aprender de nuestros errores

Alivio con Dios (1)
Todos los seres humanos nos equivocamos, absolutamente todos pecamos y cometemos errores, no hay ninguna persona en este mundo que pueda decir -¡yo nunca me equivoqué, yo nunca cometí un error!-.

La Biblia nos dice que todos somos pecadores, y debido a esa naturaleza es que nos equivocamos y cometemos errores, unos más graves o con mayores consecuencias que otros, pero en fin, todos hemos errado alguna vez.

Seria genial que nunca nos equivocásemos, sería muy bueno, pero eso es imposible, por el simple hecho de que somos personas y nuestro corazón está inclinado al mal y al error, pero aun así, como dice esta frase popular, de los errores se aprende, es importante que a pesar de que nos equivoquemos, saquemos una lección de eso.

Vamos a considerar tres cosas muy importantes que tenemos que tener en cuenta cuando nos equivocamos.

Lo primero y principal, el más importante, es clamar por el perdón de Dios, a veces nos equivocamos de tal forma, pecamos tan cruelmente contra Dios que sentimos que no somos merecedores del perdón de Dios, pero aun así Dios está siempre dispuesto a escucharnos cuando clamamos humillados ante él, con un corazón arrepentido.

David fue un rey que tuvo muchos errores, y pecados terribles, como son el adulterio y el homicidio, pero aun así, Dios dijo: -David, hombre conforme al corazón de Dios-, ¿Por qué?, porque David después de cometer eso tan terrible, sintió el profundo pesar del pecado en su corazón, y con lagrimas humillado ante Dios, clamo por su perdón, y Dios, que es grande en misericordia, lo perdonó.

Cada vez que te equivoques, cada vez que cometas pecado, cada vez que tomes una mala decisión, clama a Dios como lo hizo David y pídele que te perdone, el lo hará.

“Ten compasión de mi, oh Dios, conforme a tu gran amor; conforme a tu inmensa bondad, borra mis transgresiones, lávame de toda mi maldad y límpiame de mi pecado” Salmos 51:1-2 (NVI)

Lo segundo que tenemos que tener en cuenta, es aprender de nuestros propios errores, es importante que si nos equivocamos aprendamos de esa experiencia para que no volvamos a cometer el mismo error o el mismo pecado, no persistamos en lo mismo, roguemos a Dios que nos ayude para no volver a hacer lo mismo.

Seamos prudentes, esta palabra quiere decir “parar y pensar”, ante una situación en la que nos hayamos equivocado, en la que hayamos pecado o tomado una mala decisión, paremos y pensemos. Analicemos la situación y veamos qué fue lo que nos llevo hasta allí, que actitudes estuvieron mal, para evitarlas la próxima vez, de los errores se aprende, analiza la situación y aprende de ella. Examínate cada día a ti mismo, a la luz de la palabra de Dios.

“Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?” 2 Corintios 13:5

Lo tercero que vamos a tener en cuenta, es aprender de las experiencias de los demás, un sabio dijo “guarde en mi corazón lo observado y de lo visto saque una lección”, que importante es esto, observar a los demás. Si conoces una persona que ha cometido un determinado pecado, o que ha tomado una mala decisión y viste en su vida las consecuencias de sus acciones, no esperes a hacer lo mismo, aprende de eso que has observado y saca una lección para tu vida, para no cometer el mismo error, -¡ojo!- no lo juzgues, más bien ayúdalo, ora por esa persona, pero aprende de ella, aprende de lo que observas en los demás, de los errores se aprende.

Recuerda, Dios no quiere que te equivoques, pero el errar es humano, y seguramente alguna vez cometeremos alguna falta, cuando lo hagas, recuerda primeramente clamar a Dios por su perdón, no te quedes nunca en esa condición, humíllate ante Dios y ruega siempre cada día por su perdón, examínate a ti mismo y aprende de lo observado. Por Mayra Noelia Garay

“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.” Salmos 51:10