13 agosto 2012

HAY PODER EN TU NOMBRE: El Señor nos da una nueva identidad

Dios tiene un plan y un propósito 
para la vida de cada individuo. 

Jeremías 29:11 nos deja eso perfectamente en claro: 

"Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes
 -afirma el Señor-, 
planes de bienestar y no de calamidad, 
a fin de darles un futuro y una esperanza".

Sus pensamientos para nosotros han sido formulados y desarrollados desde el pasado. Él nos conoció incluso antes de que fuéramos formados en el vientre de nuestra madre. Su deseo es ver el cumplimiento de todo lo que Él se ha propuesto para nosotros. También tenemos un enemigo, y Satanás tiene un plan diferente para nuestras vidas. Él quiere interrumpir el plan y el llamado  de Dios a través del dolor y la herida del rechazo y el abandono. La calidad de nuestra vida está determinada, no por lo que nos ha ocurrido, sino por nuestras respuestas a lo que nos ha ocurrido. El enemigo de nuestra alma es experto en tender potenciales trampas emocionales, acosándonos para que demos un paso hacia el resentimiento y la amargura, atrapándonos en nuestras respuestas y juicios con un propósito en mente.
Su propósito está claro y su metodología es predecible. Satanás busca causar en nosotros depresión, con el fin de poder oprimirnos. La opresión lleva a la posesión, y luego conduce a la muerte. Él odia el espíritu de adopción, el plan del Padre que da una nueva identidad personal a todos aquellos que lo abrazan.

Gracias a Dios, la forma de anular el plan de Satanás está contenida en Juan 10:10: "El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia". Jesús es la vida y el modo de vivir a pleno.

El nombre

Apocalipsis 2:17 nos da un indicio en cuanto al propósito redentor del Padre: 

"Al que salga vencedor ... 
le daré también una piedrecita blanca
 en la que está escrito un nombre nuevo
 que sólo conoce el que lo recibe".

Encontramos en las Escrituras que la identidad o la naturaleza de una persona están intimamente relacionadas con su nombre. Dios les dio nombres nuevos a las personas cuando recibieron un cambio de naturaleza. Abram se convirtió en Abraham; Sarai , en Sara; Jacob, en Israel; Cefas, en Pedro, y así sucesivamente.

Una identidad nueva acompañó a estas personas cuando Dios cambió sus corazones y circunstancias. Un nombre también es un apodo. Tenga cuidado en la elección del nombre de su hijo adoptivo. El nombre ciertamente tiene un significado y relevancia.

Hay  también un "llamamiento" que se lleva a cabo cuando se da un nombre nuevo. Existe un periodo de tiempo que, frecuentemente, trascurre mientras la persona crece en el significado del nuevo nombre. Si un niño se lo llama "estúpido" una y otra vez, crecerá y adoptará esa identidad sobre sí mismo. Imagine si usted llama a su hijo "mi vida" o "una bendición"; o "inteligente" o "tierno". ¿Podría ser el resultado diferente?

Tengo una amiga que está por su cuarto nombre legal. Los nombres anteriores de su vida estaban asociados con la herida, el dolor y el abuso. Siendo adulta, se cambió el primer nombre para reflejar la persona en la que se convertiría y quería llegar a ser, dejando atrás la identidad de sus años anteriores. Declarar una nueva identidad en los hijos adoptivos es de suma importancia, ya que ayuda a darles un fundamento emocional seguro y estable.

En la búsqueda de identidad y seguridad, un hijo adoptado frecuentemente tendrá preguntas de por qué tuvo que dejar a su familia o país de origen. El consuelo se encuentra en dirigir nuestra atención una vez más a la evidencia bíblica de cómo obra el Padre frecuentemente.

Muchas veces en la Biblia, Dios sacó a un niño o a un joven de su entorno para lograr sus propósitos. Pensemos en Moisés, que fue adoptado en la familia de Faraón para llegar a ser liberador de Israel. En Samuel, que fue sacado de su hogar para ser criado en el templo y llegar a ser juez y profeta en Israel. ¿Y qué de José, que fue vendido como esclavo y luego levantado para asistir al pueblo de Dios en la hambruna, habiendo ascendido al rango de segundo al mando en todo Egipto? Naamán estuvo agradecido por la sierva hebrea cautiva que le dijo de un profeta en Israel que podía sanarlo de su enfermedad. Rut, Ester  y otras personas más fueron  trasladados de sus raíces para llegar a ser figuras claves en el plan espiritual de Dios.

Dios tiene un propósito para cada niño. No osemos hacernos cómplices del enemigo en su deseo de destruir la identidad. Tenemos la oportunidad maravillosa de declarar la naturaleza verdadera que Dios ha puesto en cada uno de sus hijos. Es una batalla que vale la pena pelear. Cambia la vida absolutamente. 

¡No se canse ni desista de hacer el bien!

Por Dennis L. Nice

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DIOS TE BENDIGA!