Jacob era un tramposo...
Pedro tenía un mal genio...
David tuvo un romance...
Noé se embriagó...
Jonás huyó de Dios...
Pablo era un asesino...
Gedeón estaba inseguro...
Martha estaba angustiada...
Tomás era un escéptico...
Sara impaciente...
Elías estaba deprimido...
Moisés tartamudeaba...
Zaqueo era pequeño...
Abraham era viejo...
y Lázaro estaba muerto...
Dios no llama a los calificados, ¡califica al llamado!
No importa de dónde hayas salido...SOMOS VASOS DE BARRO EN LAS MANOS DEL ALFARERO CON UNA MISIÓN:
INTERCEDER ANTE DIOS POR LOS NECESITADOS!
Amén, amén y amén
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